La Navidad es una época del año para los niños. Son ellos quienes las disfrutan. Nosotros los mayores ya nos hemos hecho muy grandes, aunque siempre es un placer ver clásicos como ¿Qué bello es vivir! o contentarnos con un cuento de Dickens como Cuento de Navidad o algunas de sus adaptaciones cinematográficos, a ser posible la de Bill Murray. Pero, para los niños es distinto. Para ellos la Navidad se decora el árbol y se hace el Belén, se cantan villancicos y se espera con ansia que los Reyes Magos y Santa Claus traigan los regalos.
Pero, ¿son ciertas todas las historias que hemos oído de pequeños sobre La Navidad? ¿Y es la Navidad realmente la celebración del nacimiento de Jesucristo? Según muchos historiadores, la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis), adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos. Incluso los hay que defienden que, ya en el siglo III se celebraba el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, aún antes de que los romanos celebraran la fiesta del Sol Invictus.
Lo que sí tenemos claro es que hoy La Navidad no sería lo mismo sin la figura de Jesús de Nazareth. ¿Es verdad todo lo que dice la Biblia y los evangelios? ¿Es cierto que nació el 25 de diciembre? ¿Estuvo casado Jesús con María Magdalena como supone “El Código Da Vinci”? ¿Por qué lo mataron? ¿Por revolucionario o por desafiar el poder judío? Curiosas preguntas, sí señor.
¿Quién dudaría, hoy en día, de la historicidad de Jesús de Nazareth habiendo tantas y tantas personas creen que existió que hasta se conmemoran las fecha de su nacimiento y su muerte en diferentes regiones del mundo? Sin embargo, sería prudente preguntamos: ¿Qué evidencias hay sobre la existencia de Jesús de Nazareth? ¿Es cierto todo lo sabemos sobre él? ¿Y sobre La Navidad?
La Navidad tal y como la vivimos hoy en día es hoy más bien una tierna y cautivadora leyenda creada, para que se cumplieran las profecías según las cuales el Mesías debería ser de la estirpe de David que había nacido en Belén.
Cuenta la leyenda que, Jesús nació en un pesebre, adorado por tres reyes de Oriente que le llevaron de regalo oro, incienso y mirra.
¿Donde nació de verdad Jesús? ¿Nació en Belén? La leyenda del nacimiento de Jesús es silenciada por dos de los cuatro evangelios canónicos: el de Marcos, considerado el más antiguo, y el de Juan. Mientras que los evangelios de Mateo y Lucas nos dicen que Jesús nació en Belén, estos dos últimos presuponen que su venida al mundo ocurrió en Nazaret. Es más verosímil que la verdad histórica se encuentre en esta presunción, que Jesús habría nacido en Nazaret y sólo después, cuando se creyó firmemente que era el Mesías, se compuso la historia de su nacimiento en Belén. La idea surgió de una corriente de tradición judía que afirmaba que el Mesías nacería en esa ciudad, según la profecía de Miqueas.
Junto con la de su nacimiento en Belén nació también la leyenda de la huida a Egipto porque el rey Herodes quería matar al niño. Como no consiguió encontrarlo, habría mandado matar a todos los niños menores de dos años. Una historia preñada de simbolismos que acaba gustando a pequeños y grandes.
¿Es cierto que nació el 25 de diciembre en un pesebre adorado por tres reyes de Oriente? Pues bien, el judío Jesús de Nazareth nació sin cantos de ángeles, sin reyes llegados del Oriente para adorarlo, sin pesebre y sin ser perseguido por Herodes. Si incluso El Papa Benedicto XVI, en su libro “La infancia de Jesús”, afirma que no había ni mula ni buey en el portal de Belén. ¿Qué vamos a creer hoy?
Y no nació el 25 de diciembre, por el simple hecho de que en ninguno de los textos evangélicos se habla de esa fecha. Fue escogida por la Iglesia más tarde porque los cristianos querían celebrar la festividad de su nacimiento. Se decidió que fuera el 25 de diciembre porque era la gran fiesta de Roma, la fiesta al dios Sol, y que posteriormente La Iglesia bautizó como cristiana.
Otro de los argumentos de los biblistas para defender que Jesús nació en Nazaret se refiere al hecho de que a los judíos se les designaba o por el nombre del padre o por el del lugar del nacimiento. Jesús debería haberse llamado o Jesús de José o Jesús de Belén, algo que no aparece en ningún texto evangélico. En ellos, en todos, se le llama siempre Jesús de Nazaret.
Pero una cosa es cierta: nadie sabe lo que Jesús hizo hasta los 30 años que es cuando aparece por en público. Se ha querido defender últimamente que Jesús no era culto. Nada más falso. Si acaso, el misterio radica en saber cómo sabía tanto tras haber vivido hasta entonces encerrado en el pequeño pueblo de Galilea trabajando como carpintero o peón de albañil. Nacen así las hipótesis de que en vez de haberse quedado en Nazaret hubiese podido viajar a Egipto y hasta a la India durante su juventud.
¿Qué si Jesús estaba casado? Pese a la insistencia de la Iglesia Católica de que Jesús no era casado, la idea surge con frecuencia, sobre todo tras la publicación en el 2003 de la novela “El Código Da Vinci”, de Dan Brown, que enfureció a muchos cristianos porque se basaba en la premisa de que Jesús estaba casado con María Magdalena que sin duda no era, como sostuvo durante siglos la Iglesia, una prostituta endemoniada.
¿Estuvo casado Jesús con María Magdalena? Pocos teólogos y expertos en cuestiones bíblicas lo ponen hoy en duda. Tras el descubrimiento de un manuscrito conocido como el “Evangelio de la esposa de Jesús”, se cree en la premisa de que Jesús contrállese matrimonio con María, una seguidora muy próxima, y que estuvo presente en su crucifixión, el entierro y el descubrimiento de su tumba vacía, pudiendo tratarse de María Magdalena.
¿Entonces, si no nació en Belén ni el 25 de diciembre vale la pena celebrar la Navidad? Sí, porque esa leyenda lleva en su entraña la añoranza del ser humano de pararse una vez al año para celebrar la vida, para apostar por la paz y el amor, por un mundo mejor, y el resto es leyenda, historia y hasta superstición.
Por eso, a pesar de todo,
¡Feliz Navidad!