El pasado 28 de julio, nacionales y republicanos volvieron a verse las caras de nuevo, y lucharon en una batalla en la localidad de Fayón. Esta vez no hubo sangre ni gritos, quizás algún que otro atisbo de emoción. Y lucharon para homenajear a los vencedores y a los vencidos. A los caídos. Ahí poco importaba a cuál bando uno pertenecía. Solo recordar para que no vuelva a suceder nunca más.
La Batalla del Ebro tuvo lugar entre julio y noviembre de 1938 y fue el enfrentamiento más decisivo de la guerra porque era la última oportunidad de los republicanos frente a los nacionales. Republicanos y franquistas lucharon hasta el último día. Tras 114 días de combate vencieron los nacionales, poniendo fin a la batalla más sangrienta de la Guerra Civil Española, dejando más de 20.000 muertos entre ambos bandos.
Fayón un año más, esta es su 5ª edición, rememora la Batalla del Ebro, una recreación que ha conseguido hacerse un hueco en el calendario “festivo” y que congrega más de 300 participantes de toda España. El historiador Miguel Ferragut, artífice de la recreación, reconoció que el mayor logro de este tipo de recreaciones es ayudar a «quitar los fantasmas de la Guerra Civil, que fue un momento histórico y que nunca más debería volver a pasar». «La recreación histórica es mucho más que un grupo de personas que se visten para jugar a la guerra»
El desembarco: la primera etapa del combate
Más mil personas se reunieron en Fayón, para celebrar la recreación de Batalla del Ebro. Fue una calurosa mañana del 28 de julio de 2012, cuando las tropas republicanas de las 226ª Brigadas mixtas de la 42º división cruzaron el Ebro. Su intención: el asalto a las posiciones de Punta Quemada.
Una vez los participantes ya vestidos, cada uno de su bando, recrearon el desembarco de las tropas republicanas desde el Ebro a la orilla nacionalista. La ribera del río acogió explosiones, desfiles, escaramuzas y tiroteos entre los dos bandos contendientes.
El enfrentamiento final
La segunda etapa de la jornada fue la más bonita. A las 19h se produjo el asalto a las posiciones de Punta Quemada. La coordinación de la batalla fue cinematográfica y brindó todo un espectáculo a los asistentes.
Se agruparon los soldados en trincheras, se cargaron las armas y los efectos de pirotecnia, y todo estaba listo para el desarrollo de la batalla. Durante veinte minutos las bombas, los tiros y las granadas levantaron la tierra y
arrancaron los aplausos de los espectadores.
Para esta edición contamos con la participación de las asociaciones Ejército del Ebro, Frente de Aragón, Memoria de España, Columna Casas Sala, Frente de Madrid, Linea XYZ, Caballería de Alcañiz, Voluntarios de Brunete, de Fayón y de Holanda, Ejército del Turia, Sancho de Ebeurko, Aviación de Mollerusa y Reus y el Ministerio de Defensa.
Fayón potencia el turismo bélico con el museo de la Batalla del Ebro
Todo aquel que quiera puede visitar el centro expositivo Fayón Ebro 1938 ‘La Batalla’ de Fayón, inagurado hace unas semanas. «Todos se quedaron asombrados porque no se esperaban un espacio tan grande y con tanto material», explica Miguel Ferragut, socio fundador de la Asociación Memoria Histórico Militar Ebro 1938, impulsora del proyecto.
El centro se divide en tres espacios: una sala de consulta con documentación original, un centro de interpretación con elementos de escenificación de la batalla y un espacio musealizado. El centro expositivo ayudará a dinamizar la proyección turítica de la localidad, centrada en la pesca en el embalse de Mequinenza.