Es tiempo de máscaras, colores, risas y fiesta, y Sitges sale a las calles para celebrar un año más los carnavales. Sitges, un pequeño pueblo pesquero del Garraf a los pies del mediterráneo se ha convertido en un lugar bullicioso y divertido. Es Carnaval, una fiesta esperada durante todo el año por los lugareños, todos participan en un sorprendente y divertido espectáculo de luces, colores y fantasía. Un espectáculo repleto de una gran vistosidad y creatividad estérica, maquillaje, plumas y lentejuelas, las más arriesgadas y sensuales coreografías de ensueño, llenas de ritmo, color y modelos de fantasia, buscando a diferencia de otros carnavales más
tradicioneles como el de Vilanova, la máxima similitud a los carnavales brasileños.
El Carnaval de Sitges se ha dado a conocer por aquello de que ”en carnaval todo vale”.
Como todos los años, diferentes comparsas se dan cita en el centro de la vila, más de 50 carrozas, acompañadas por miles de personas, protagonizan la Rua de la Dibauxa (el domingo) y la más espectacular, la Rua de l’Extermini (el martes), llenando de música y fiesta las calles de ciudad. Durante la fiesta el pueblo está gobernado por el “Carnestoltes”, el “Rey de los Poco Vergüenzas”, con la presencia y la colaboración de la Reina del Carnaval. La vertiente más sátira y burlesca recae en este personaje que ejemplariza los valores característicos de esta fiesta, desenfreno, sátira y transgresión del orden, donde todo vale. Un espectáculo que nadie quiere perderse.
El Carnaval de Sitges es uno de los muchos carnavales que se celebran en Cataluña y con más de cien años de historia se ha convertido en uno de los más emblemáticos del país. Empezó a tener importancia a partir de finales del siglo XIX cuando apareció la Sociedad Recreativa El Retiro fundada en 1870 y siete años más tarde apareció El Casino Prado suburense. La rivalidad entre ambas sociedades era tan grande que cuando llegaba el Carnaval, cada sociedad quería ser mejor que la otra.
Todo esto hizo que el Carnaval de Sitges se convirtiera en uno de los más populares de España junto con el de Las Palmas, Cádiz y Madrid y toda una oportunidad para que la gente salga a las calles a reírse y pasárselo bien. Toca esperar otro año para volver a vivir el desenfreno bajo el cobijo de una máscara.
“Quiero que vuelva a ser Carnaval otra vez”.