Los Castillos de Lastours son cuatro castillos cátaros ubicados en el término municipal de Lastours, departamento del Aude, en la región de Languedoc-Roussillon. Los cuatro castillos se encuentran sobre un contrafuerte rocoso, la Montaña Negra, por encima del pueblo de Lastours, aislados por los profundos valles de los ríos Orbeil y Grésilhou. Constituían el cerrojo del Cabardès, de ahí el nombre del castillo principal: Cabaret. Fueron construidos a 300 metros de altura en un mismo eje: Cabaret, Surdespine, la Tour Régine et Quertinheux, ligeramente por detrás. El lugar está clasificado como monumento histórico desde 1905, y constantemente se efectúan allí excavaciones arqueológicas.
Podemos decir que el interés principal de estos castillos medievales, que actualmente están en estado de ruina, reside en el paisaje y la magia que los envuelve por los hechos históricos que allí tuvieron lugar durante la Edad Media.
Estos tesoros arquitectónicos fueron testigos del catarismo, un movimiento religioso que afirmaba una dualidad creadora, Dios y Satanás, y predicaba la salvación mediante la purificación del espíritu por medio de la negación de los placeres materiales. Los cátaros fueron fuertemente perseguidos a partir del siglo XIII. A partir de este momento comienza una cruzada contra ellos, la cruzada albigense, por iniciativa del Papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos, que terminó con su desaparición.
Los castillos de Lastours, junto con otros muchos castillos de la zona, forman parte de la famosa Ruta de los Castillos Cátaros. Hoy día es el principal reclamo turístico de la región. Así que si os apetece indagar en los orígenes del movimiento cátaro y disfrutar en plena naturaleza, es una estupenda opción para las vacaciones.
Un poco de historia
Durante la Edad Media, el lugar pertenece al señorío de Cabaret, mencionado por vez primera en 1067. Sus riquezas provienen especialmente de la explotación de minas de hierro. Probablemente tan sólo tres castillos habían sido construidos en el siglo XI y el emplazamiento evoluciona en el tiempo en razón de las sucesivas destrucciones y reconstrucciones. En esta época se documentan al menos 22 señores de Cabaret.
Los castillos vivieron en primera línea los acontecimientos de la cruzada contra los Albigenses. Efectivamente, los señores de Cabaret mantuvieron fuertes vínculos con los adeptos al catarismo. Los pueblos que rodean a los castillos acogieron numerosos cátaros. En esta época, la fortaleza pertenecía a Pedro Roger de Cabaret fiel de Ramón Roger Trencavel, junto al que combatió durante el sitio de Carcasona. El lugar sufre a partir de 1209 los asaltos de Simón de Montfort, aunque resiste con éxito dichos envites. Sin embargo, el cruzado Bouchard de Marly, entonces señor del castillo de Saissac, es capturado por Pedro Roger. Se negocia su liberación contra la rendición de Cabaret en 1211.
En 1223, los señores de Cabaret recuperan sus tierras y Cabaret se convierte en sede del obispado cátaro del Carcassès. El señor Pedro Roger resistió durante varios años los ataques de Simón de Montfort, pero en 1227, los castillos son nuevamente asediados, ahora por Humberto de Beaujeu. En 1229, Cabaret capitula.
Los pueblos y castillos son saqueados, y posteriormente reconstruidos para convertirse en fortalezas reales. Se construye la Tour Régine por orden del rey para afirmar su supremacía. Los castillos se convierten en el centro administrativo y militar de seis comunidades que conforman la castellanía del Cabardès. En el siglo XVI, los castillos son ocupados por los protestantes. Son desalojados por el mariscal de Joyeuse en 1591.