Siempre me ha atraído Rupit. Desde la primera vez que lo visité, y de eso ya hace una década, quedé seducido por este pueblo. Siempre he creído que es el pueblo más bonito de Cataluña.
Rupit es un pueblo de la comarca de Osona (Barcelona), situado a 98 kilómetros de la ciudad de Barcelona y es el último pueblo de la provincia en la carretera C-153 que une los municipios de Vic y Olot.
Se trata de un pueblo tradicional muy bien conservado, con calles y casas de los siglos XVI y XVII y situado sobre las peñas que bordean el río, en medio de un paisaje privilegiado, el Collsacabra.
El Collsacabra es una subcomarca de Osona que tiene 142 km ² de extensión, está delimitada por la Plana de Vic, el Valle de Sau y las Guilleries, Cabrera y la Vall d’en Bas. Los riscos de Aiats, el acantilado del Faro, el Santuario de la Virgen de Cabrera, la Agullola y los riscos de Tavertet son algunos ejemplos de la belleza de este territorio de la Cataluña interior.
El pueblo se encuentra a 845 metros de altitud y conserva todo el encanto de un pueblo medieval que lo hace atrayente para el turismo. Considerado Conjunto Histórico-Artístico, este pequeño pueblo de calles empinadas y empedradas, está construido prácticamente en la roca, con un puente colgante de madera, por el que se accede al núcleo urbano, y por el que no deben de pasar más de 10 personas a la vez.
Entre el patrimonio de Rupit destaca la Iglesia de Sant Miquel, edificio barroco con elementos neoclásicos. La Casa del Boticario, del siglo XVII, actualmente cal Maestre. El Castillo de Rupit, construido sustituyendo al Castillo de Fabregues sobre un gran peñón. La Ermitta de Santa Magdalena, del siglo XVII, de estilo románico y cercana al río. La calle dels Cavallers o La calle del Fossar, una calle angulosa, empinada y estrecha donde se puede comprobar la maravilla arquitectónica de la zona junto con la Plaza Mayor y Can Sallent.
Para los amantes del senderismo, cabe destacar la multitud de rutas tanto a pie y en bicicleta por los alrededores, siendo la más famosa la Ruta de Rupit al salto de Sallent. Se trata de un salto de unos 80 metros de altura digno de ver en épocas de lluvia, uno de los más espectaculares del interior del Principado, que no hay que confundirlo con su homónimo de Sant Privat d’en Bas, en la Garrotxa.
Recorrido por los alrededores de Rupit
Hay muchos itinerarios, pero el más conocido es un recorrido circular de aproximadamente 3 horas de duración y 9 km por los alrededores de Rupit, que acaba en el Salto de Sallent.
El itinerario parte de Rupit con la intención de ir hacia La Palomera, cruzar la explanada hasta alcanzar el camino de Sau (GR 2.2) y bajar hasta la pista que nos enseña el Salto de Sallent. Cruzarlo y regresar a Rupit por un sendero que bordea la riera, en dónde podrás bajar a refrescarte o contemplar el Salto del Molí Rodó.
Salimos desde el aparcamiento de Rupit y remontamos ligeramente por la carretera hasta llegar al Puente “dels 3 Ulls” que cruzamos. Otra opción sería salir desde el aparcamiento y cruzar el puente que hay en el pueblo, donde justo a la salida cogemos el camino hacia la derecha (verás carteles indicativos de GR a Tavertet) que en pocos minutos nos lleva a cruzar las casas del Molí del Soler, y directo al Puente “dels 3 Ulls”.
Aquí debemos seguir las marcas del sendero de gran recorrido GR–2.2 que lleva hacia Tavertet, que nosotros seguiremos hasta La Palomera.
Al poco de pasar La Palomera podemos elegir el camino que os llevará a Sant Joan de Fabregues como alternativa. Nosotros escogeremos el sendero que baja hacia la izquierda, el cual nos llevará a un magnífico mirador del valle y de Rupit, que contemplaremos desde lo alto de unas piedras. Volveremos atrás unos metros para retomar un sendero entre una arboleda. El punto negativo es que desemboca en una carretera secundaria (el camino de Sau) que debemos andar hasta coger la pista que nos lleva al Salto de Sallent y no veremos la ermita de Sant Joan de Fabregues. A cambio cruzaremos el bosque que me parece quizás lo más interesante del itinerario.
La pista nos llevará finalmente al Salto de Sallent, donde podremos disfrutar de varios miradores de este magnífico espectáculo natural e incluso podremos ver desde lejos la famosa Agullola del Collsacabra.